Alicante, a 27 de agosto de 2018.- El HLA Alicante comenzó la pretemporada en doble sesión de mañana y tarde y lo hizo con nueve jugadores del primer equipo y tres de la base. Sólo faltaron a la cita Boubacar Sidibe y Cheick Conde, quienes están esperando recibir sus visados para viajar a España. De esta manera, el técnico, Pedro Rivero, y sus ayudantes, Alberto Antuña y Alberto Carrillo, trabajaron con los bases Kike Garrido y Vladimir Nemcok, los escoltas Chumi Ortega y Devin Schmidt, los aleros Nacho Díaz y Nacho Díez (Kingsley Obiekwe trabajó aparte por un virus estomacal), el ala-pívot Georvys Elías y el pívot Alex Galán. Los júniors que entrenaron con ellos fueron Christian Seguí, Norberto Albadalejo y Pablo Mira.
El entrenador, Pedro Rivero, fue la viva imagen de la ilusión y el que más ganas tenía de arrancar, a pesar de que no ha disfrutado de las vacaciones que tenía anteriormente en su etapa de jugador. “Percibo el cambio porque no he tenido vacaciones al uso. Cuando eres jugador tienes unos meses para descansar y ahora no. Estamos preparando muchas cosas, viendo videos. Va en el nuevo trabajo pero encantado de hacerlo y tener este cambio”, señaló el preparador segoviano.
Para el coach del Lucentum aceptar la oferta de coger las riendas del primer equipo no fue flor de un día, si bien le gusta esta nueva etapa en su carrera. “Es una constante en mis últimos doce años: retos grandes. No era un problema el asumir un reto importante. El hecho de no ascender la pasada temporada fue un golpe importante para todos los que estábamos, pero te tomas tu tiempo y a partir de ahí hablas con el club y con el director deportivo y surge la oportunidad. No es algo que aceptes a la primera porque mi idea sí era retirarme porque eso estaba clarísimo desde el primer mes que llegué, pero no posiblemente entrar a entrenar de esa manera. A veces hay que dar unos pasos pero las circunstancias son las que son. En ese periodo de reflexión se consensúa con la familia, ves que es una oportunidad y a veces hay que cogerla”, argumenta.
Rivero quita hierro al hecho de que tan sólo continúen tres jugadores del pasado ejercicio y el resto sean nuevos. Asimismo, explica que no es una objeción para trabajar. “Por circunstancias, son tres personas de las que estaban el año pasado. Unos porque no hemos podido contar con ellos porque han saltado a LEB Oro y con otros compañeros o no hemos querido nosotros o no hemos llegado a un entendimiento. No hay que poner excusas. Somos nuevos, con lo cual empezaremos a trabajar desde el primer momento para tener cuanto antes una buena química e ir creciendo juntos”, explica.
OBJETIVO: ASCENDER
El técnico del HLA Alicante no esconde que la meta de la temporada 2018-2019 es la de ascender a LEB Oro, pero aplica la metodología de ir subiendo peldaños y sin prisas. “Desde que he venido aquí no ha habido otro objetivo nunca. Hay que ir paso a paso pero hay que ser conscientes de que somos siete nuevos y hay una realidad que es el nuevo calendario que está partido por la mitad y hay que tener un ojo en cada lado y adaptarnos a eso”, asegura.
En cuanto al nuevo formato liguero, el entrenador piensa que “todos” los equipos se tendrán que “adaptar”. “No me desagrada que haya más equipos y más ciudades que tengan baloncesto. Hay que adaptarnos todos, hay que explicarlo muy bien a la gente que llega e incluso a la afición porque es complicado”, subraya Rivero, quien fue el que decidió que Kike Garrido y Georvys Elías fueran los capitanes de la próxima campaña.
KIKE GARRIDO, SOÑANDO EN ORO
Uno de los dos capitanes del HLA Alicante llega con la mirada puesta en dar el salto de categoría. A Kike Garrido no le duele en prendas soñar con la LEB Oro y así lo manifiesta. “Es un proyecto para estar en LEB Oro. Es un reto muy bonito. Los jugadores, cuando vamos adquiriendo años, buscamos retos y motivaciones. Estoy muy ilusionado con la temporada. En Palencia decidieron fichar a otros jugadores en mi posición y ya está. Hablando con Guille y con Pedro vi que tenía que venir aquí porque el reto era muy bonito y sé que lo vamos a disfrutar”.
El base catalán tendrá en su entrenador al espejo en el que fijarse, puesto que han sido rivales y jugaban en la misma posición. Por eso, espera que le dé los mejores consejos para ayudar al equipo y progresar tanto individual como colectivamente. “Siempre que he jugado contra él ha sido un referente. Me he fijado en él o en otros jugadores como Dani López o Ricardo Uriz que han sido lo mejor. Pedro me tiene que enseñar muchas cosas, vengo con muchas ganas de aprender de él y lo que tenemos que hacer todos es resetear. El problema que a veces tenemos los jugadores es que no reseteamos. Lo que diga Pedro tenemos que estar todos a una con él”, comenta Garrido, quien le pide a su técnico que le exija. “Necesito que el entrenador sea exigente conmigo. Yo soy autoexigente y necesito que Pedro me apriete. Aquí estamos para lo que quiera el entrenador. Es la clave de que el funcionamiento de equipo vaya bien”.
GEORVYS ELÍAS, AGRADECIDO
El ala-pívot cubano también desprendió esa dosis de ilusión que da el llegar a un nuevo club. Además, agradeció al director técnico, Guillermo Rejón, y a su entrenador, Pedro Rivero, la confianza depositada en él. “Desde el primer momento que surgió la posibilidad de fichar aquí me ilusionó mucho. Costó mucho tomar esta decisión porque llevaba varias temporadas en Albacete. A veces, más que lo deportivo te encariñas con el sitio y la gente que te sigue. Cuando se pusieron en contacto conmigo me encantó la idea y les di las gracias por haber contado conmigo. Fui contrario de ambos (Rejón y Rivero) porque son un referente en este baloncesto. Dije, ¿por qué no estar en el proyecto con ellos para dar ejemplo a los jóvenes? Ni me lo pensé. Descarté otras ofertas y voy a involucrarme en este proyecto que es bonito y se puede sacar un buen resultado”, destaca.
El ex jugador del Arcos Albacete no se considera una estrella sino todo lo contrario y así lo hace saber. “Siempre he sido un jugador de equipo. Intento dar ejemplo y nunca he mirado por la individualidad. Si he logrado algo es por eso. Cuando hay que darlo todo se da”, afirma Elías, quien no cree que su edad (36 años) sea un obstáculo en su rendimiento. “Me siento muy bien, estoy en forma. En parte es bueno porque tengo mucha experiencia y se las puedo transmitir a mis compañeros. Se puede sacar mucho provecho de ellos. Que se fijen en mí, que voy a entrenar como el primero”, añade.
Para el jugador lucentino es importante el hecho de “empezar bien” la temporada, ya que se arrastran los encuentros de la primera fase. Además, resalta que firmar por el HLA Alicante es el reto “más importante” de su carrera. “Acabo de dejar un equipo en el que estuve cuatro temporadas y cuando uno cambia es para lograr cosas grandes. Este club se merece estar donde estuvo antes este año hay que lograr el objetivo”, comenta Elías, quien recuerda que como rival nunca ganó en el Pedro Ferrándiz, por lo que espera que los rivales nunca ganen aquí.