Los precedentes no invitaban al optimismo. Adesavi había hecho hincar la rodilla a la Fundación Lucentum en los dos enfrentamientos previos entre ambos conjuntos. Un par de derrotas distintas pero igual de dolorosas. Sin embargo, aquello era ya simple historia y quedó en la lejana 1ª fase.
Así, el equipo de Jose Sánchez saltó al parquet del Ferrándiz sin complejos, encontrándose a gusto. Vero Amador ejercía la clarividencia encontrando posiciones cómodas de tiro para sus compañeras, lo que aprovechaba Adriel Sánchez para sumar cinco madrugadores puntos y poner un rápido 7-0 en el electrónico. Adesavi demostró que no iba a dar facilidad alguna e igualó la contienda con presteza (7-6, m. 6). Pero la Fundación Lucentum estaba enchufada. Cada jugadora que salía a pista aportaba. La coralidad del juego lucentino desconcertó a las visitantes (16-9, m. 9) hasta que se refugiaron en una zona 3-2. Por esa vía respiraron las sanvicenteras hasta el 18-13 con el que concluyó el primer cuarto.

La entrada al segundo periodo fue como cambiar de canal y poner otra película. La fluidez anotadora desapareció y el juego se espesó como la miel (20-15, m. 15). Y en esas aguas revueltas nadie se mueve mejor que María Sobrino. La de Aspe, todo entrega y coraje, rozó el dobledoble (11 puntos y 9 rebotes) y se fue hasta los 22 de valoración. Llegaba a cada balón, desesperando cualquier acometida ofensiva de Adesavi. Y por si fuera poco, también sumaba en ataque, dejando como muestra un magnífico aro pasado tras un pase de fantasía de Noelia Sánchez que levantó al respetable de sus asientos. El Hotel Maya FLBA se montó en esa inercia generada por el éxito de su asfixiante defensa y cuajó un gran final de cuarto, abriendo brecha y dejando el marcador al descanso en 33-20.
Pero si alguien pensaba que aquello ya estaba encauzado, Adesavi se encargó de bajarle a la Tierra sin miramientos. Cuchillo entre los dientes, 2-14 de salida y 35-34 nada más superar el ecuador del tercer asalto. La defensa en zona hacía su trabajo y la FLBA veía al lobo cada vez más cerca. Pero lideradas una vez más por el empuje de María Sobrino, el cuadro lucentino encontró el interruptor de la luz y contestó con un parcial de 8-0 que fue como un trago de pura vida (43-34, m. 29). 45-36 al final del tercero y todo por decidir.

La última entrega del partido también empezó con susto. Adesavi golpeó con un 0-7 de salida que provocó más de un sudor frío en la grada (45-43, m. 34). Pero por allí andaba Adriel Sánchez. La de Ibi clavó un triplazo que cayó con toda la nieve vista por allí estos días. Aquello espoleó a las de Jose Sánchez, que ya no volverían a desconectarse del encuentro.
En los últimos minutos acudimos a un intercambio de canastas que imposibilitaba cualquier intento de elaborar un pronóstico. La Fundación Lucentum vivía de la imprevisibilidad de su ataque. Todas fueron sumando. Àngela Mataix metía una, le seguía Noelia Sánchez con otra, María Sobrino aparecía después… hasta que, con 56-54 y menos de un minuto en el reloj, Vero Amador enchufó un triple que hizo estallar al público allí congregado y que valía oro. Qué digo oro, valía antimateria. Irónicamente, Adesavi respondió con un inverosímil triple. A tablero. Dolió. 59-57 con 40 segundos en un reloj cuyos segundos caían demasiado despacio.
Adriel Sánchez sumó uno de dos desde el tiro libre. Adesavi fracasó en su último proyecto de ataque y Vero Amador y María Sobrino se encargaron de sentenciar, también desde la línea del 4,60, dejando el marcador final en 62-57 y permitiendo al Hotel Maya FLBA sumar su segundo triunfo consecutivo y derrotar a las de San Vicente por primera vez esta temporada.

FICHA TÉCNICA
62 Hotel Maya FLBA (18+15+12+17): Vero Amador (13), Adriel Sánchez (11), Laura Gil (0), Vanesa Obasogie (2), Noelia Sánchez (4), -cinco inicial- María Sobrino (11), Sonia Bordera (4), Alba Sarriás (2), Àngela Mataix (12) y Clara Ferrándiz (3).
57 Adesavi (13+7+16+21): Sin datos de anotación.