El trabajo físico en la Base presenta condicionantes distintos a los del primer equipo de la Fundación Lucentum. “Hay jugadores que preparan su salto a sénior y jugadores que hace unos meses jugaban y entrenaban con canastas y balones pequeños”, cuenta el preparador físico de la cantera Pau García, “las necesidades son diferentes porque, por suerte, la base es muy amplia”.
“Con los más pequeños se pretende asentar un correcto desarrollo físico con iniciación al trabajo de fuerza, prevención de lesiones y hábitos saludables, así como un amplio volumen de trabajo de las habilidades coordinativas, perceptivas y de velocidad de reacción con una toma de decisiones creciente”, señala.
Para García, el objetivo que se persigue es simple, no sencillo: “Conseguir que los jóvenes cada vez sean más rápidos, más resistentes y necesiten menos tiempo para recuperarse tras acciones de alta intensidad y entrenamientos”. Claro que “no se deja en ningún momento de trabajar la coordinación ni la prevención de lesiones”, pero sí gana presencia el trabajo de musculación poco a poco según se avanza entre categorías, reseña.
Tanto José Antonio Sánchez como Pau García viven obsesionados por la salud de sus pupilos. La prevención de lesiones es un argumento constante de conversación, y de preocupación. Se ha de evitar que el jugador sufra, dicen. Mimar sus necesidades, entender que trabajan dentro de grupos amplios con diferentes condiciones pero idénticas exigencias deportivas, sin olvidar que cada jugador tiene su ritmo y que cada cuerpo y estadio de maduración es diferente.
Una correcta pretemporada y una adecuada distribución de la carga de entrenamientos es esencial para obtener óptimos resultados en la competición. Por ello, Pau García se expresa con resignación cuando valora la Fase de Ascenso de Pretemporada (FAP) a la que se someten los equipos Alevín, Infantil y Cadete de la FLBA: “El concepto FAP rompe con lo que entendemos como pretemporada”. Para obtener buenos resultados, los equipos necesitan empezar a ejercitarse con tiempo.
La FAP arranca la próxima semana, el 26 de agosto. “Si hay suerte”, dice García, “nuestros equipos disputarán la FAP hasta mitad de septiembre”. Entonces se conocerán las ligas en las que jugarán los equipos de la Base y “se iniciará un segundo periodo preparatorio para llegar en forma a la nueva competición”, añade. Así, lo que se produce es un periodo de supervivencia física: “En lugar de buscar un afinamiento con vistas al inicio de temporada, lo hacemos con vistas al próximo partido. Es muy poco tiempo, influyen factores como el rival, la pista y los objetivos de cada entrenador, y hay que fijar una idea de juego en la cabeza de los jugadores para dotarles del mayor nivel competitivo posible”.
El Cadete A de la Fundación Lucentum debutará en la FAP ante el cadete de Carolinas el 26 de agosto. El Infantil A de la FLBA hará lo propio ante el Martínez Valls Blanc el 30 de agosto. Mientras el Alevín A de la FLBA tendrá que esperar hasta el 2 de septiembre para estrenarse en competición oficial.