Eduardo Guillén Pérez (Zaragoza, 1988) es el primer refuerzo para las posiciones interiores de la Fundación Lucentum. Ha firmado un contrato de un año, y ofrece versatilidad e imponderables al juego de equipo. En la temporada 2014/15 el ala pívot fue de menos a más y se convirtió en pieza clave en los esquemas de Cruza. En 28 partidos de LEB Plata con el C.B. Lucentum S.A.D., Guillén disputó una media de 15:53 minutos en Liga Regular, aportando 5.6 puntos y 2.6 rebotes por partido. Sin embargo, en Playoff aumentó su presencia en pista hasta los 22:16 minutos por encuentro y mejoró sus prestaciones con 8.4 puntos y 4 rebotes por partido jugado.
El entrenador Kuko Cruza está muy satisfecho con la incorporación del interior maño y destaca ante todo su versatilidad: “Con sus 203 cm puede jugar tanto de ala pívot como de pívot, ya que es un jugador duro y físico”. Pero Cruza no obvia que Guillén suma mucho más al equipo. “Edu es capaz de jugar situaciones de espaldas al poste bajo, aporta dureza defensiva, rebotea, es una amenaza constante desde el exterior. Además, al ser capaz de jugar situaciones de uno contra uno con pocos botes resuelve ataques cerca del aro y obtiene altos porcentajes. Y a nivel de grupo es fundamental”, indica el preparador vasco. Miguel Médicis, Vicepresidente Deportivo de la Fundación Lucentum, resume la aportación de Guillén como la de un jugador de baloncesto ideal, al definirle como “un profesional implicado, fundamental para cualquier equipo con ambición”.
Guillén se considera un jugador constante, también cabezota, alguien que “no se rinde fácilmente”. Confía en seguir progresando en su juego, “recuperar sensaciones en el poste” y “mejorar su aportación en el rebote”. A los ocho años tomó contacto con el deporte de la canasta en el C.A.B. Teruel y no se ha despegado de un balón de baloncesto desde entonces. “La clave de este deporte es tener ilusión, capacidad de sacrificio y la cabeza bien amueblada”, explica.
La temporada 2014/15 vistió con luces y sombras su paso por el equipo. “Aunque disponía de pocos minutos al principio, me sentía muy a gusto dentro del grupo; me arropaban”, confiesa. Un apoyo que le dio fuerzas para no cesar en su empeño de mejorar. De la temporada, se queda con el recuerdo del tercer partido de Playoff ante Marín Peixegalego: “El triple a falta de 4 segundos nos coló en las semifinales ante Castellón. Rescato el partido más que por mi triple, por el esfuerzo que el grupo realizó toda la temporada para alcanzar ese premio. Y lo logramos ante nuestra afición”.
El público del Pedro Ferrándiz es uno de los valores añadidos con los que cuenta la Fundación Lucentum para Guillén. “Por ellos hay que pelear para estar lo más arriba posible en la tabla”, dice. “Cada integrante de la plantilla dará el máximo cada minuto que esté sobre el parqué”, asegura, ya que “los veteranos ayudaremos a los nuevos a adaptarse lo antes posible al estilo de juego que el técnico demanda y remaremos a una”.
Sus referentes son jugadores muy diferentes en el estilo, pero sin duda ganadores: Petrovic y Felipe Reyes. De Drazen se queda “con su carácter y su obsesión por entrenar el tiro, un ejemplo de fuerza de voluntad”. Sobre Felipe destaca su capacidad para hacer fácil lo más complicado: “Ha evolucionado su juego, se abre más para tirar y mientras sigue desarrollando ese olfato único para colocarse y leer el básket en la pista”.
La 2015/16 será la tercera temporada en LEB Plata para Edu Guillén, la segunda en Alicante. En 2013 debutó en la categoría con el CEBA Guadalajara. Antes había disputado siete temporadas en Liga EBA, dos en las filas del C.B. Granada S.A.D. y cinco en el C.B. Enrique Soler melillense. CAI Zaragoza B y C.E. Ciutat i Provincia de Lleida Bàsquet fueron los equipos que le formaron en su etapa Júnior.