Progreso es la acción de ir hacia delante, también avance, adelanto, perfeccionamiento, si atendemos a las acepciones que la Real Academia Española de la Lengua concede a un término que mide la evolución alcanzada con esfuerzo y trabajo en cualquier ámbito. Por ello, progreso es una característica que encaja en el perfil de Miguel Ortín ‘Miki’ (Sax, 1998), base de la Fundación Lucentum. A sus dieciocho años ha demostrado ser ambicioso a la hora de formarse como jugador y aprender todo lo posible. Hace dos temporadas, recaló en el Real Madrid siendo cadete de segundo año. Tras la experiencia adquirida, regresó a Alicante y debutó en Liga EBA. Esta temporada lidera desde la posición de base en el Júnior Autonómico de Meridiano Fundación Lucentum en su objetivo de alcanzar la Final Four y se ha convertido en un fijo en el Sénior B de Primera Nacional.
El Meridiano Fundación Lucentum Júnior es cuarto en categoría autonómica con un partido menos y en racha con siete victorias consecutivas. ¿Estáis en el mejor momento de la temporada?
Empezamos flojos, perdimos contra los tres de arriba en partidos fuera de casa… En la segunda vuelta hemos dado un vuelco. Hemos ganado a todos excepto a Valencia. Y se llevaron el partido con una canasta en el último momento. El equipo ahora está arriba. Y nos sentimos bien de forma y ánimo.
Haber competido contra Valencia hasta el último momento que va 20-1 también es buena señal.
Ellos tenían lesionados importantes, pero nosotros también teníamos nuestras bajas. Fue un partido muy competido que, pese a que se lo llevaron ellos, igual podríamos habérnoslo llevado nosotros.
¿Podéis arañar algún puesto más en la tabla?
En victorias estamos empatados con el tercero, aunque ahora da lo mismo. Lo importante es meterse en la Final Four. La clasificación influye en con los cruces pero considero que somos cuatro equipos muy igualados y puede pasar cualquier cosa.
¿Tendréis opciones de ganar la Final Four?
Creo que sí, confío en ello. He jugado otras Final Four y quizás esta sea la más igualada. No se ve a ningún equipo muy superior a los otros tres.
«Lo más importante es meterse en la Final Four. Creo que los cuatro de arriba estamos muy igualados y puede ganar cualquiera», Miki Ortín
¿Qué diferencias notas cuando vas a jugar un partido de Final Four frente a cuando juegas uno en la temporada regular?
Está claro que son distintos. Sabes que todo lo que hagas va a repercutir más en la temporada porque si pierdes un partido en la temporada normal no pasa nada, puedes ganar el resto, pero si fallas en la Final Four ya no hay siguiente partido. Todo eso hace que vayas con más presión. Por otra parte, la victoria es mucho más emocionante.
¿Cómo es tu relación con Óscar Retortillo?
Tengo mucha confianza en él porque lo conozco desde hace tiempo, y él también confía en mí. Es algo que se nota a la hora de jugar. Su forma de prepararme está siendo la de darme la confianza y los medios para que yo pueda seguir mejorando.
«Óscar Retortillo me está dando la confianza y los medios para que yo pueda seguir mejorando», Miki Ortín
Jugaste en el Real Madrid Cadete, ¿qué es lo que más recuerdas de tu etapa allí?
Cuando llegué me quedé muy impactado por la forma en que se trabajaba. Ver un club grande desde dentro es muy impresionante. Cambia todo, la forma de trabajar, los medios…
¿Qué es lo que más te impresionaba de todo?
Que entrenábamos en el mismo sitio que los jugadores del primer equipo, y yo podía ir a ver sus partidos. Los ves más cercanos. Además, también cambia cómo son los jugadores de los otros equipos, del juvenil o del cadete. Son gente que está allí para jugar al máximo y están así desde muy pequeños. Es una mentalidad que solo he visto allí.
¿Coincidiste con Doncic?
Jugamos juntos ese año. Él era cadete de primero, pero jugaba con nosotros y con el júnior.
Ahí ya destacaría, ¿no?
Sí, claro, destacaba mucho. Era un jugador que lo veías y ni física ni mentalmente era tan joven como parecía o como incluso parece ahora. Tiene mentalidad de ganador y es capaz de competir contra cualquiera, da igual la edad que tenga el otro. Va a estar preparado para lo que sea.
¿Esa mentalidad que hay en el Madrid también te la llevaste?
Intenté llevarme todo lo que pude y aprovechar cada momento que estaba allí, porque sabía que me iba a servir siempre. Te contagia estar con gente como Doncic y ver cómo trabajaba y hace las cosas. Pero era en general, te llevas cosas de todo el club: de los entrenadores, de la gente y de todo lo que lo rodea.
¿Dirías que tu estilo de juego es el del base clásico que le gusta distribuir el balón?
Depende mucho del equipo y del rol que tenga en él. En el Madrid, por ejemplo, mi rol era mucho más ser ese jugador distribuidor. Pero hay otros momentos en los que tienes que leer el juego y saber cuándo eres tú el que tiene que anotar, jugar más al aro y sacar más ventajas.
«Como base, es muy importante leer el juego y saber cuando hay que distribuir el balón, ir a anotar o jugar más al aro», Miki Ortín
En el Meridiano FLBA muchas veces tienes que hacer eso.
En Madrid me despreocupaba muchas veces de esa faceta. Pero aquí juego más minutos y tengo mucho más el balón, así que también es inevitable.
¿En qué situaciones te sientes más cómodo jugando?
Me siento cómodo cuando todo funciona bien, independientemente de lo que esté haciendo yo. Si yo juego genial pero las cosas que hago no tienen relevancia, por mucho que meta canastas, no estoy tan cómodo como si todo el equipo mete y juega bien.
¿Prefieres no anotar y que el equipo gane?
Se podría decir que sí, pero si tengo que meter para que ganemos, pues se hace (sonríe).
Siendo tu último año en categorías inferiores, ¿crees que te costará adaptarte a partir del año que viene?
Creo que sobre todo la barrera está en el apartado físico. Es una parte muy importante que hay que trabajar y la tengo en cuenta. Sin un físico acorde a la categoría en la que juegas no tienes nada que hacer. Cuando ves a los jugadores del primer equipo se nota que son más grandes y eso les hace estar mucho más intensos durante todo el partido. Es el mayor cambio que creo que hay.
En tu caso, siendo un jugador bajo, un buen físico puede compensar la altura.
Claro, de eso se trata. Si no eres alto tienes que compensar eso con otras cosas, ya sea correr más o aguantar más tiempo.
También tiene sus ventajas a veces.
Sí, es como todo: tiene ventajas y desventajas. Yo noto que puedo ir a un ritmo que no pueden aguantar los más altos. Ellos tienen que mover mucho más peso y eso les hace no poder ir a un ritmo tan fuerte como el que puedo llevar yo.
«Sin un físico acorde a la categoría en que juegas no hay nada que hacer. Es el mayor cambio que veo de cara al año que viene»
¿Has pensado ya lo que quieres hacer a partir del año que viene?
Lo he pensado, aunque creo que todavía es muy pronto para decidirme, porque estoy muy bien aquí.
¿Y con los estudios?
Hace unos días estuve mirando con mi hermano las posibilidades, porque él ya es universitario. He descartado opciones ya aunque aún no sé que voy a hacer. La verdad es que me preocupa porque estamos llegando ya a final de curso. Poco a poco me voy aclarando pero me quedan dudas. Me gusta mucho Fisioterapia y luego he visto otras fuera de Ciencias, que es lo que yo estudio, como Criminología, por la rama policial, o Psicología.
¿Qué tal llevas los estudios?
Estoy en Segundo de Bachillerato ahora, que con la preparación para la PAU (Selectividad) cuesta, es un gran cambio. Antes era todo más relajado y ahora va todo marcado, vas contrarreloj con los exámenes y agobia un poco. Pero bueno, todo se pasa, o eso espero… (risas).
¿Te queda tiempo libre?
Los estudios no me dejan mucho, la verdad. Me gusta tener mucha vida social y si quiero estudiar no puedo hacerlo todo. Con el móvil también pierdo mucho tiempo a veces, eso tengo que controlarlo. Va a sonar infantil, pero últimamente nos ha dado por jugar a Pokémon en la residencia, en un juego para el móvil, y estamos un poco enganchados. Lo bueno de la residencia es que realmente no quedo con los amigos porque siempre estoy con ellos.
«No ligo más por haber jugado en el Real Madrid, no he cambiado en ese sentido», Miki Ortín.
¿Te tratan distinto por jugar en la Fundación Lucentum y haber jugado en el Real Madrid?
No es que yo sea el más popular del mundo, pero sí noté un cambio cuando salió la noticia de que iba a irme a Madrid. La gente me conocía más, me hablaba más para preguntarme. Muchos amigos y gente que me rodeaba me preguntaban muchas veces y me podía tirar tardes enteras hablando con ellos.
¿Ligas más si dices que jugaste en el Real Madrid?
No, eso sigue igual (risas). Pese a lo que pueda parecer, no he cambiado mucho en ese sentido.
¿Te planteaste la posibilidad de ir a jugar y estudiar a Estados Unidos?
Me lo planteé y al principio me gustaba bastante la idea. Si el baloncesto me da la posibilidad de ir a otros países y conocer otras culturas y a otras personas, quiero aprovecharlo. Estados Unidos al final lo descarté porque aquí me encontraba bien y creo que no lo planeé con el tiempo suficiente.
«Mi intención es jugar lo más alto que pueda. Quiero llegar hasta donde mis condiciones me dejen», Miki Ortín.
¿Qué te gustaría conseguir como jugador de baloncesto?
A largo plazo no me lo he planteado, porque pueden pasar muchas cosas. Mi intención es jugar lo más alto que pueda. Lo que me importa es progresar. Quiero hacer todo lo posible para llegar hasta donde mis condiciones me dejen.