El respeto mutuo profesado por ambas escuadras se dejó notar en los primeros latidos del encuentro. Los ataques no destacaban por su agresividad, erigiéndose las defensas como primeras gobernadoras del duelo. Melilla se encontraba más cómodo en tal tesitura. El poderío físico de su quinteto causaba al HLA Alicante muchos problemas a la hora de cerrar el rebote, con Hartwich haciendo mucho daño en dicha faceta. Y en esas, los de la ciudad autónoma, inmensos en el plano defensivo, maniataban una y otra vez las ofensivas lucentinas. El 3-9 que reflejaba el marcador superado el ecuador del primer cuarto era fiel reflejo de lo que acontecía en pista.
Rivero trató de agitar la coctelera dando entrada a Justin Pitts y Devin Schmidt en busca de puntos. La situación mejoró, pero la sangría del rebote ofensivo impedía que los hombres de Pedro Rivero se acercaran en el electrónico. Andris Misters clausuró el primer cuarto con una bandeja fácil tras la enésima captura en aro lucentino. 13-19 y la sensación de que la Fundación Lucentum aún tenía que llegar al partido.
Y vaya si llegó. Contagiados de la perenne verticalidad de Schmidt, los jugadores del HLA Alicante subieron una marcha en ambos lados de la cancha. Un triple de Pitts inauguró el segundo asalto, y otro de Issa Thiam coronó un parcial de 11-2 que otorgó a los de Rivero su primera ventaja de la noche (22-21, m. 14). El Ferrándiz comenzó a entrar en calor y Alejandro Alcoba no dudó en solicitar tiempo muerto con intención de detener el subidón local.
Aunque si algo fue constante a lo largo de la primera mitad del encuentro fue la solidez de las defensas. El juego volvió a espesarse como la miel y, de nuevo, fue Melilla quien supo nadar mejor en aguas turbias. Los visitantes se rehicieron a base de rebotes (34-13 al paso por vestuarioss, el muy frío dato) y llegaron con ventaja un descanso alcanzado con un canastón de Justin Pitts que dejó al público conectado para lo que pudiera venir después. 31-32.
La tónica no varió en la reanudación. Melilla siguió jugando a lo suyo, cimentando su baloncesto en su condición de tercera mejor defensa de la liga, y al HLA Alicante, normalmente más cómodo en otros registros, aceptó el reto y bajó al barro para pelear el triunfo. La persona encargada de subir los puntos al marcador trabajaba muy de vez en cuando (36-39, m. 27). Justin Pitts dio carpetazo al tercer acto con un canastón precedido de otra de sus habituales lecciones de fundamentos, acción que levantó al respetable de sus asientos y dejó todo listo para la batalla de los últimos diez minutos. 42-42.
Y Pitts entró en uno de esos momentos. El de Blue Springs desempolvó el fusil y firmó los once primeros puntos del HLA Alicante en el último asalto (53-50, m. 36). El Ferrándiz era puro fuego. El duelo estaba precioso, intenso, bárbaro. Melilla respondía y empataba con un triple de Misters, pero dos tiros libres de Schmidt y un triple de Pep Busquets pusieron cinco arriba a los de Rivero, situación que desembocó en un tiempo muerto del técnico visitante (58-53, m. 37).
La tensión se adueñó del choque. Caleb Agada recibió una técnica por protestar que Pitts transformó para dar aire a los lucentinos tras un nuevo acercamiento melillense (61-57, m. 39). Hartwich volvió a apretar la cosa a falta de un minuto para el final (61-59) y Javi Marín empató la contienda dejando a la Fundación Lucentum una última posesión con 22 segundos para llevarse el duelo. Pitts hizo estallar la caldera del Ferrándiz con una bomba marca de la casa con tres segundos en el reloj. Melilla tuvo la última, pero Galán se anticipó al saque de banda y Chumi dejó una bandeja que rubricó la undécima victoria de la temporada del HLA Alicante.
FICHA TÉCNICA
65 HLA Alicante (13+18+11+23): Llompart (0), Chumi Ortega (2), Busquets (11), Galán (3), Bamba Fall (9), -cinco inicial- Pitts (29), Mendiola (0), Onwenu (0), Schmidt (8) y Thiam (3).
61 Club Melilla Baloncesto (19+13+10+19): Marín (2), Matulionis (6), Agada (7), Uclés (10), Hartwich (8), -cinco inicial- Luke (0), Sidibe (4), Misters (5), Cuevas (0), Belemene (0) y Bulic (2).